30 jóvenes en situación de calle reciben formación en hostelería y logística en una iniciativa impulsada por el Gobierno de Navarra, Cáritas y el Ayuntamiento de Pamplona
Además de alojamiento, el proyecto apuesta por la formación -ofrecida por CNAI- como herramienta para la inserción laboral y social
La consejera Maeztu junto a los jóvenes que se han formado estos últimos meses en formación en hostelería y logística.
Una treintena de jóvenes en situación de calle o en exclusión residencial han recibido en los últimos meses formación en hostelería y logísticaen un proyecto piloto diseñado por el Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento de Pamplona / Iruña y Cáritas Diocesana que apuesta por el acompañamiento integral a jóvenes sin techo o en exclusión residencial siendo la formación una de sus ejes.
Esta mañana se ha celebrado en Baluarte el acto de clausura y entrega de diplomas de dos Certificados Profesionales desarrollados desde CNAI—Actividades Auxiliares de Almacén y Servicios básicos de restaurante y bar— bajo el programa que ha formado a 30 participantes durante el último trimestre de 2025 en un itinerario que ha combinado formación teórica-prácticas y acompañamiento sociolaboral personalizado.
Proyecto pionero en colaboración con Cáritas
El Gobierno de Navarra, a través de la dirección general de Protección Social y Cooperación al Desarrollo, coordina este proyecto piloto impulsado por Cáritas Diocesana Pamplona-Tudela en el que se persigue la inclusión social y laboral de jóvenes migrantes en situación de calle, principalmente de origen magrebí, como respuesta a una realidad social creciente. El Departamento de Derechos Sociales ya definió en la hoja de ruta del sinhogarismo la necesidad de acompañar e intervenir de manera temprana e integral con personas en situación de sinhogarismo, sobre todo de jóvenes que, pese a contar con capacidades y trayectorias formativas previas, permanecen fuera de los circuitos normalizados de inclusión.
El proyecto impulsado desde Cáritas se desarrolla bajo la coordinación y financiación del Gobierno de Navarra que ha destinado 108.000 euros y cuenta además con la colaboración del Ayuntamiento de Pamplona. Se sustenta en un modelo de acompañamiento integral, basado en procesos personalizados, atención intensiva y cobertura de necesidades básicas, con el objetivo de facilitar itinerarios reales hacia la autonomía personal y la inclusión social. Se trata de una propuesta que incorpora formación, alojamiento y acompañamiento continuado.
El desarrollo de programas formativos adaptados, coordinados por CNAI, han permitido a los jóvenes participantes adquirir cualificación profesional y mejorar su empleabilidad e integración social.
Entrega de diplomas
El acto ha estado presidido por la consejera de Derechos Sociales y Economía Social y Empleo del Gobierno de Navarra, Carmen Maeztu y ha contado con la intervención de Maite Quintana, directora de Cáritas Diocesana y del concejal de Acción Social del Ayuntamiento de Pamplona, Txema Mauleón y María José Merino, directora de Formación y Empleo de CNAI.
Las entidades adjudicatarias encargadas de la impartición de la formación, FC - formación continua y Fundación Koine Aequalitas quienes han acompañado al alumnado y sus docentes en esta jornada de cierre.
El diseño del proyecto ha integrado sesiones teóricas orientadas a dotar al alumnado de conocimientos técnicos sólidos en sectores de alta demanda de empleo, junto con sesiones prácticas y talleres transversales de habilidades para la vida y para el empleo. Así mismo, han realizado un periodo de prácticas reales en entornos profesionales. Esta estructura ha permitido que los participantes adquieran una visión completa del sector y un aprendizaje aplicable desde el primer día.
La consejera Maeztu ha destacado la relevancia de estos proyectos: “Este programa demuestra que cuando generamos oportunidades de aprendizaje adaptadas a las necesidades reales de las personas, logramos transformar vidas. No solo hemos formado profesionales, sino que hemos reforzado su confianza, sus capacidades y su horizonte de futuro. Nuestro compromiso es seguir impulsando políticas que unan inclusión social y empleo digno.”
El proyecto piloto ha puesto en valor el poder de la formación como herramienta de inclusión, demostrando que, con el acompañamiento adecuado, es posible abrir caminos de inserción laboral y mejorar la calidad de vida de personas que enfrentan situaciones de gran vulnerabilidad.
Uno de los alumnos, del Certificado Profesional de Actividades Auxiliares de almacén, ha compartido su experiencia durante el acto: “Llegué al programa sin saber si sería capaz de terminarlo. Aquí encontré apoyo, formación y personas que creyeron en mí. Hoy tengo nuevas posibilidades y sé que puedo trabajar y construir un futuro mejor.”
Noticia original de www.navarra.es

