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La conservación y el cuidado de nuestros ríos son algunas de las labores que el personal técnico de GAN-NIK, sociedad adscrita al Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, realiza dentro de su actividad diaria. En este sentido, la sociedad pública encargada de la gestión ambiental de Navarra cerró el pasado noviembre el programa LIFE IREKIBAI iniciado en 2015, del que ha sido una de las principales impulsoras. El proyecto busca la mejora del estado de conservación de los hábitats y especies de interés comunitario de los espacios Natura 2000 de las cuencas del Leitzaran y el Bidasoa.
La iniciativa incide en la principal problemática que comparten los ríos de la Cornisa Cantábrica: su fragmentación y las consecuencias para el hábitat fluvial y las especies que lo habitan. Así, las actuaciones de conservación realizadas y la eliminación de obstáculos existentes en el río Bidasoa y Leitzaran y en sus Zonas Especiales de Conservación, muy condicionados por los azudes, han mejorado el estado ecológico y de la conectividad de las masas de agua, favoreciendo así el movimiento piscícola y aumentando la capacidad del hábitat fluvial.
En este tiempo se ha eliminado la fragmentación de importantes tramos de los ejes fluviales y tributarios principales y se han recuperado varios kilómetros de tramos embalsados, promoviendo hábitats más naturales y diversos.
Las acciones realizadas han afectado positivamente en varias de las especies piscícolas que habitan nuestros ríos destacando sobremanera la evolución observada en el salmón atlántico (Salmo salar), una especie migradora que nace en el río, migra al mar y vuelve al río a reproducirse tras un periodo variable de tiempo que va de uno a tres años. Según se ha podido observar en los programas de seguimiento, se ha constatado la presencia de salmón en la parte alta de la cuenca del Bidasoa y su consolidación en la del Leitzaran.
En Navarra, se han eliminado 4 presas que impedían el libre fluir de la fauna piscícola —como caso paradigmático la presa de Endarlatsa, ya que se trataba del primer obstáculo existente en el río Bidasoa—; se ha reducido la erosión de las orillas mediante técnicas de bioingeniería y se han realizado acciones de comunicación y sensibilización de los actores implicados.
En el conjunto del proyecto, en 11 presas que impedían el libre fluir de la fauna piscícola —algunas de ellas catalogadas como grandes presas, como el caso de Inturia— se han acondicionado dispositivos para el paso de peces que han permeabilizado hasta hace poco muros infranqueables y han facilitado la recurrente visita de especies migratorias; se ha acondicionado madera muerta en el río para el refugio del visón europeo o la reducción de la erosión de las orillas mediante técnicas de bioingeniería.
Esta restauración fluvial en el marco del proyecto Irekibai permite que hoy, en la cuenca del Bidasoa, los salmones más fuertes, con caudales apropiados, superen Elizondo, tras remontar 64 kilómetros. En el Leitzaran pueden hacen lo propio ya en un tramo de 61 km.
El proyecto ha tenido una gran visibilidad, ya que se ha realizado un proceso de participación pública con jornadas, talleres y visitas a río, además de actividades de voluntariado donde han participado más de 600 personas voluntarias, actividades de sensibilización y se ha desarrollado un programa escolar. Como novedad en este tipo de proyecto, se han firmado protocolos de custodia fluvial con dos sociedades de pesca locales y se ha lanzado el Programa ‘Apadrina un salmón del Bidasoa’. Se elaboró la exposición ‘Oztoporik gabe, hobe! / ¡Que corra el agua!’, que ha recibido más de 3000 visitas durante su itinerancia por Bertiz, Pamplona y Sunbilla, y se han publicados dos guías: «Fauna acuática de la cuenca del Bidasoa» y «Flora acuática de la cuenca del Bidasoa».
Junto a GAN-NIK, en el proyecto han participado la Diputación Foral de Gipuzkoa, URA, la Agencia Vasca del Agua y HAZI, Fundación del Gobierno Vasco para el desarrollo del medio rural y marino.
LIFE-IREKIBAI contó con un presupuesto de 3 millones de los cuales el 60 % proviene del programa LIFE y se ha desarrollado en espacios incluidos en la Red Natura 2000: Río Leitzaran, Río Baztán y regata Artesiaga, Belate, Río Bidasoa, Artikutza y Señorío de Bertiz.
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Íñigo Merino, joven de 24 años nacido en La Rioja, es técnico de administración y finanzas en NILSA, Navarra de Infraestructuras Locales, cuya misión es la depuración de aguas residuales, la gestión de los residuos urbanos y la colaboración en abastecimiento. Es graduado en Administración y Dirección de Empresas y Derecho por la UPNA, y ahora, a pesar de llevar ya cuatro meses trabajando en NILSA, está cursando un Máster en Responsabilidad Social Corporativa en la UOC.
Comenzando por lo más reciente, ¿cómo has vivido laboralmente el año 2020? ¿Cómo ha afectado a tu trabajo la pandemia y sus consecuencias?
Justo cuando empezó la pandemia y nos confinaron estaba realizando mis prácticas extracurriculares. Fue muy extraño el hecho de que de un día para otro tuviéramos que recoger todo lo que teníamos en la oficina (teclado, pantallas, ratón…) y comenzar a teletrabajar. Seguíamos hablando todo el equipo día tras día, pero a través de una pantalla, es más complicado.
Tras finalizar mis prácticas en abril, al poco tiempo surgió la oportunidad de trabajar en NILSA. Pero, como tantas cosas en el 2020, tuvo que ser retrasado unos meses. No obstante, tuve la ocasión de poder trabajar unos meses en otra empresa, por lo que al final del todo, puedo decir que no fue tan mal año en mi caso.
Eres uno de los últimos fichajes de NILSA. ¿Cómo comenzó tu andadura profesional en NILSA?
La oferta fue publicada en el portal de la Fundación de la UPNA y tras echarle un vistazo me llamó mucho la atención. Buscaban incorporar a una persona con mis estudios para el seguimiento del Plan Director del Ciclo Integral de Agua de Uso Urbano. Conocía NILSA de hace tiempo puesto que en Yesa, donde he vivido varios años, hay una depuradora (donde pone NILSA) en su salida dirección Javier y siempre me había llamado la atención.
Al investigar un poco sobre el Plan Director me resultó muy interesante y algo muy apasionante en lo que trabajar. Además, tuvo mucho que ver el hecho de ser una sociedad pública y ver que el objetivo del proyecto es contribuir a la lucha contra el cambio climático y fomentar la economía circular en materia hídrica.
Si tuvieras que explicar a alguien «pagano» en la materia a qué se dedica NILSA de un modo muy sencillo, ¿cómo lo harías?
De forma muy sencilla, NILSA se dedica a la gestión del transporte del agua residual (aguas fecales) y se lleva hasta las distintas depuradoras y fosas sépticas donde se trata el agua hasta que tiene la calidad suficiente como para poder devolverla al medio. Además, gerencia el Consorcio de Residuos de Navarra, es decir, el servicio de transporte y tratamiento de residuos urbanos junto con el Gobierno de Navarra y quince mancomunidades de residuos.
¿Qué tres cualidades destacarías del servicio que ofrece tu empresa en general a la sociedad navarra?
La profesionalidad del servicio, la atención directa a la ciudadanía y la responsabilidad social.
¿Cómo es un día normal en tu trabajo?
Un día normal en la empresa, en mi caso, comienza a las 7.30 y termina sobre las 15.00, en función del trabajo. Como decía, mi incorporación se ha basado en dar apoyo al seguimiento del Plan Director, entre otras funciones, por lo que actualmente estamos comprobando y analizando las actuaciones llevadas a cabo en los últimos años para ver qué se ha hecho y qué no, y después, cómo actuar. Se establecieron unos indicadores y unas líneas de acción con un cronograma anual y estamos trabajando en ello. Además, estamos elaborando unas encuestas para su cumplimentación por parte de los municipios y mancomunidades de modo que nos permita ver lo que realmente se ha hecho y poder analizar algunos aspectos económicos.
Por otro lado, formaré parte del equipo de contrataciones de NILSA para dar soporte a temas relacionados con licitaciones públicas y control de expedientes.
Como nos has contado, formas parte del Departamento de Proyectos y Obras como técnico de administración y finanzas para el seguimiento del Plan Director del Ciclo Integral del Agua de uso urbano. Explícanos brevemente en qué consiste este Plan Director y sus principales objetivos o beneficios para la sociedad navarra.
La verdad que llevo muy poquito en la empresa y cada día voy aprendiendo cosas nuevas del Plan Director y voy dándome cuenta que cosas que pensaba que funcionaban de una forma, no lo hacían. Mis primeros días se basaron en la lectura atenta del Plan para poder entender bien el proyecto y ver qué era lo que se quería logar. Es de admirar todo el trabajo exhaustivo y el esfuerzo que hay detrás de esas 260 páginas.
Este Plan Director surge con motivo de la Directiva Marco del Agua del año 2000 y es un excelente instrumento para hacer efectiva la idea de la economía circular en materia hídrica. A pesar de que en Navarra contamos con abundantes recursos hídricos, su distribución espacial no es homogénea, por lo que es necesario una correcta gestión. Lo que se plantea es convertir el abastecimiento y saneamiento en un proyecto integral desde la mano de la gestión pública, favoreciendo un consumo responsable y sostenible teniendo en cuenta el impacto en el medio ambiente.
¿Qué valoración hacen en tu entorno sobre el servicio que se ofrece en NILSA? ¿Crees que son conscientes de que es una sociedad pública/servicio público?
Mis padres la conocían y sí sabían que era una sociedad pública. Mi entorno de amigos, no. En mi caso, como comentaba al inicio, sí la conocía por una depuradora en concreto.
El hecho de que sea una sociedad pública es una de las cosas que más me atrae. Eso quiere decir que gestiona dinero público, que responde ante la Administración Pública y que, además, gestiona parte de un bien público tan valioso como es el agua.
¿En alguna ocasión te ha tocado escuchar comentarios negativos en torno a las sociedades públicas? ¿Qué aspectos consideras que debemos mejorar para cambiar las percepciones negativas que pueden tenerse sobre las sociedades públicas?
La verdad que nunca he escuchado un comentario negativo sobre ninguna empresa pública de Navarra. No obstante, muchas veces se asocia erróneamente empresa pública con funcionariado. De por sí no debería conllevar nada negativo, pero la realidad es que cuando sabemos que algo es público nos sentimos curiosamente con más potestad de opinar y juzgar.
Por último, algo que considero que es muy importante para cualquier empresa, y más aún para las sociedades públicas, es comunicar a la ciudadanía y grupos de interés qué se hace, cómo se hace, y con qué dinero se hace, y eso es algo que NILSA hace de manera sobresaliente.