El Consejo Asesor Forestal, presidido por la consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, Isabel Elizalde, se mostró favorable, en la reunión que mantuvo ayer, a la modificación de su composición y funcionamiento para integrar a representantes de todos los agentes del sector. El objetivo es revitalizar este órgano consultivo para convertirlo en protagonista de la política forestal de la Comunidad Foral. En la sesión el Consejo conoció la «Agenda Forestal de Navarra», el documento que recoge las bases de la futura estrategia forestal.

Creado en 1996, el Consejo Forestal se ha venido reuniendo casi exclusivamente para analizar y valorar las campañas de ayudas a trabajos forestales. Así, conforme han surgido otras cuestiones relevantes para el sector, se han conformado foros de participación específicos, tales como la Mesa de la Madera de Navarra y la Comisión Mixta de Biomasa forestal. La última reunión se celebró hace siete años.

Por este motivo, se ha considerado necesaria su revitalización con el fin de propiciar una política de participación directa de los agentes forestales en el trabajo a realizar por el Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, como órgano protagonista de la política forestal de Navarra.

Para ello, el borrador de Decreto Foral modifica funciones y composición, dando protagonismo tanto a los propietarios forestales como a los diferentes agentes del sector, desde los colegios profesionales a las industrias y empresas forestales pero también al ámbito educativo e investigador.

Agenda Forestal

Medio Ambiente presentó ayer al Consejo Forestal los documentos que componen la Agenda Forestal de Navarra, que se someterá a exposición pública a partir de finales de marzo en el Portal de Transparencia del Gobierno foral.

La agenda se ha elaborado una vez analizado el anterior plan forestal de Navarra, aprobado en el año 1998, y habiéndose analizado las principales barreras a las que se enfrenta un sector muy relevante para las economías locales de Navarra. La propuesta es fruto del trabajo conjunto entre diferentes actores del sector, Gobierno de Navarra y la empresa pública GAN-NIK.

La agenda forestal se distribuye en cinco ejes de trabajo: Gobernanza Forestal, Cambio climático y riesgos naturales, fomento del sector forestal, conservación de la biodiversidad e Innovación y conocimiento. Estos ejes se enmarcan en unos principios rectores entre los que destacan el desarrollo sostenible y la multifuncionalidad de los montes.

De ese diagnóstico, en cuya elaboración han participado las asociaciones de propietarios forestales y de industrias y empresas forestales de Navarra, se han detectado los principales problemas sobre los cuáles se trabajará en los próximos años con el objetivo de alcanzar soluciones consensuadas. La necesidad de una revisión de la normativa forestal, el asegurar un tejido empresarial e industrial, la importancia que el sector debe tener en los instrumentos financieros comunitarios, el fomento del uso de la madera, el aprovechamiento y regulación de aprovechamientos no maderables o la necesaria divulgación del sector son algunos de los elementos en los que se deberá trabajar.

Navarra forestal

El 65% del territorio de la Comunidad Foral tiene la catalogación de forestal. De esa superficie, aproximadamente 450.000 hectáreas son arboladas.

El 60% de los montes navarros pertenecen a las entidades locales, el 30% a propietarios privados, y el resto al Gobierno de Navarra. Por ello, los montes son una importante fuente de riqueza para sus propietarios, a través del aprovechamiento sostenible de sus recursos: madera, caza, biomasa, paisaje, uso público, setas, miel, etc, generando empleos, muchos de ellos, ligados al ámbito local.

Existen en Navarra, aproximadamente, 400 empresas relacionadas con el sector forestal, muchas de ellas de pequeño tamaño, pero imprescindibles para una correcta gestión de nuestros montes.

Además de la importancia socioeconómica de los montes, la biodiversidad ligada a los diferentes ecosistemas forestales tiene un altísimo valor que debe ser conservado y mejorado a través de una correcta gestión integral del territorio.