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Fotografía de una persona sosteniendo entre sus brazos un ejemplar de águila.

Cinco nuevos ejemplares de águila de Bonelli llegan a Navarra para ser liberados gracias al Proyecto AQUILA a-LIFE

Este es el último año del proyecto que tiene por objeto la recuperación de esta especie, una de las rapaces más amenazadas de Europa

Fotografía de una persona sosteniendo entre sus brazos un ejemplar de águila.

Uno de los ejemplares de águila de Bonelli que han llegado a Navarra.

Cuatro hembras y un macho de águila de Bonelli han llegado a Navarra para ser liberados gracias al Proyecto AQUILA a-LIFE que termina en septiembre de este año y cuyo objetivo es la recuperación de esta especie, una de las rapaces más amenazadas de Europa.

 

Este año los pollos tienen distinta procedencia: el macho, cuyo nombre asignado es Mun, procede de Córdoba y tiene 56 días; hay dos hembras procedentes de Granada de 48 y 59 días y cuyos nombres son Gerezi y Sarbil, respectivamente; una hembra de Mallorca con 62 días y denominada Garras; y finalmente una hembra con 49 días procedente de cría en cautividad en las instalaciones de GREFA (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat) en Madrid, a la que se ha llamado Etxarri. El peso de los ejemplares varía, según la edad y sexo, entre kilo y medio y dos kilos. Los pollos salieron desde las instalaciones de GREFA, socio del proyecto que coordina el reparto de los pollos entre los distintos participantes y donde se les anilla y coloca el emisor antes de su destino definitivo.

 

Los cinco ejemplares de águila de Bonelli se aclimatan hasta su liberación con la técnica de jaula-hacking o crianza campestre, con el que pasan a un recinto ubicado en la propia zona de reintroducción, donde permanecerán varias semanas y donde terminarán su desarrollo antes de volver al medio natural.

 

Los pollos han sido recibidos en Arguiñáriz por personal del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, tanto técnicas como guardas de Medio Ambiente, por personal de GAN-NIK que son los socios del proyecto en Navarra, por una técnica de la empresa contratada para el seguimiento diario y por el panadero de Arguiñáriz, que en todo momento ha estado colaborando e interesándose con el proyecto. A su llegada, se les tomó una pequeña muestra de sangre y fueron trasladados a la zona nido del hacking hasta que sean liberados hacia final de julio.  

 

Proyecto AQUILA a-LIFE

 

Para la recuperación del águila de Bonelli en Navarra se han desarrollado dos proyectos europeos consecutivos, LIFE Bonelli (2013-2017) y AQUILA a-LIFE (2017-2022), que han permitido liberar un total de 47 pollos en los siguientes territorios: Gallipienzo / Galipentzu (2014), Lumbier (2015 y 2016), Sangüesa / Zangoza (2017), Cáseda (2018-2019-2020) y Guirguillano (2021-2022). 

 

Teniendo como referencia los cinco territorios históricos considerados en Navarra para esta especie, hasta el momento, el esfuerzo realizado con el Programa LIFE ha permitido recuperar dos de esos territorios, otro posible entre La Rioja y Navarra, y se ha consolidado uno nuevo.

 

En septiembre de 2022 finalizará AQUILA a-LIFE y este último año de proyecto se ha querido desarrollar un encuentro entre personal experto y administraciones públicas de la cuenca alta del Rio Ebro para poner en común la situación y evolución de las poblaciones de águila de Bonelli. Esta zona supone el límite septentrional de la distribución global de esta águila, lo que hace que las poblaciones presentes en estos territorios sean marginales y por tanto tienen que hacer frente a mayor número de factores limitantes.

 

El encuentro, realizado en Pamplona / Iruña el pasado 26 de abril, reunió a personal técnico de las administraciones de Burgos, La Rioja, Álava, Aragón y Navarra, a científicos de distintas universidades y a equipos de asistencias externas de proyectos relacionados con la especie.

 

Una de las conclusiones compartidas también con técnicos y especialistas del resto de la Península es la constatación del cambio producido en la aptitud del hábitat para esta especie con la desaparición del paisaje en mosaico, la conversión de los campos de cultivo de secano a regadío, el declive de la ganadería extensiva, el cierre de monte con matorral, y la interferencia con la actividad humana en el medio, con la consiguiente reducción de la disponibilidad de presas para el águila perdicera.

 

El grupo de expertos y expertas coincidieron en que son dos los factores más limitantes para la recuperación de la especie: el alto índice de mortalidad que presenta, con la electrocución como primera causa; y el escaso éxito reproductor de las parejas que ocupan los territorios recuperados.

 

En este contexto, y a pesar del alto esfuerzo que están realizando las distintas administraciones, está siendo difícil recuperar los datos históricos de parejas en las poblaciones del Alto Ebro, pero los resultados son esperanzadores.

 

El proyecto está coordinado por el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat y también participan en él, como socios Gestión Ambiental de Navarra-Gobierno de Navarra, la Diputación Foral de Álava, la Fundació Natura Parc (Mallorca), el Istituto Superiore per la Protezione e la Ricerca Ambientale (ISPRA) de Italia y la Ligue pour la Protectión des Oiseaux (LPO/BirdLife) de Francia.

 

Noticia original de www.navarra.es