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Patxi Ruiz Martín, responsable del Grupo de Voz en la sociedad pública de Gobierno de Navarra NASERTIC
El teléfono: una tecnología que nos “da vida” frente al COVID19
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Antes de que se decretara el estado de alarma a causa del omnipresente coronavirus, el pasado 14 de marzo, ¿qué uso hacíamos del teléfono? En los últimos meses hemos escuchado hablar mucho del 5G, de la TDT, de la Transformación Digital, del blockchain, de la inteligencia artificial… Tecnologías esenciales, por supuesto, al igual que el teléfono, que concebíamos como algo casi “tradicional”. Estábamos ya demasiado “acostumbrados” a tener uno y a que funcionara sin problemas. Hasta que en tan solo un “frame”, en un segundo, se ha convertido en uno de los pilares de la arquitectura tecnológica frente al COVID-19.

 

Según los datos de las operadoras de telefonía, desde el pasado 3 de marzo el uso del teléfono fijo en Navarra se ha incrementado un 76% -cuando lo teníamos prácticamente olvidado- y el uso de la voz móvil ha aumentado un 45%. El teléfono, junto con Internet, ha demostrado ser el canal que nos mantiene “vivos/as”, como un cordón umbilical, tanto a nivel profesional como personal.

 

Si el teléfono ha alcanzado el estatus de  herramienta esencial para  la sociedad, no lo ha sido menos en el ámbito del Gobierno de Navarra y de sus sociedades públicas, para cuyas plantillas representa un medio de comunicación imprescindible en su propio funcionamiento interno. Y lo que es más importante: sigue siendo el principal canal de comunicación de la Administración con la ciudadanía, especialmente en lo referente a los servicios esenciales (salud, emergencias, policía, bomberos, atención ciudadana, etc).

 

La red de telefonía del Gobierno de Navarra -que gestiona la sociedad pública NASERTIC por encargo de la Dirección General de Telecomunicaciones y Digitalización- cuenta con más de 13.600 extensiones telefónicas con una apuesta clara por la Telefonía sobre IP. Se trata de la evolución natural de las comunicaciones tradicionales de voz basadas en cobre de modo que se han sustituido los terminales telefónicos tradicionales por modernos terminales con capacidades avanzadas (denominados de última generación) que permiten ampliar el catálogo de servicios con nuevas y variadas funcionalidades. Estas funcionalidades redundan en una mayor eficiencia y, además, contribuyen a mejorar y ampliar los servicios prestados a la ciudadanía, cuestión más relevante si cabe en situaciones como la que ahora vivimos.

 

Toda esta red de telefonía está monitorizada y gestionada por un grupo técnico especializado en Voz, perteneciente a la Dirección de Telecomunicaciones e Infraestructuras de Nasertic. Este grupo se encarga no solo del mantenimiento, supervisión y evolución de las plataformas tecnológicas de voz, sino también de la identificación, definición y desarrollo de nuevos servicios, así como de la planificación, ejecución y control de proyectos de mejora en la red de telefonía y de la implantación y migración de servicios de voz avanzados.  

 

Debido a la actual crisis sanitaria, a partir del día 16 de marzo el modelo de uso y el patrón de llamadas cambió de manera repentina. La semana del 16 al 22 de marzo, el número de llamadas gestionadas por las centrales telefónicas del Gobierno de Navarra se incrementó en un 85%, se duplicó el número de llamadas entrantes y se triplicó el de llamadas salientes en las franjas horarias de mayor demanda (de 08:00 a 15:00). Se alcanzaron picos de 23.000 llamadas telefónicas en períodos de 15 minutos. En esa misma semana se llegaron a gestionar 992.182 llamadas entre las 08:00 y las 21:00 -cuando en una semana normal rondan las 536.225-. En la semana posterior, la del 23 al 27 de marzo, se registraron 909.188, 81.000 menos.

 

En esta situación excepcional se han reconfigurado los servicios de voz, se han creado otros nuevos  –como el teléfono de atención al ciudadano para el COVID-19 o el teléfono de atención para los profesionales de servicios esenciales-; se han adaptado los servicios de voz utilizados por empleados del Gobierno de Navarra y sus sociedades públicas; y se ha ampliado, tras la detección de los problemas surgidos, el número de canales en centrales telefónicas  -para atender el gran incremento de llamadas entrantes y salientes, en especial en toda la red sanitaria y el servicio navarro de empleo-, entre otras acciones.

 

Volvamos a nuestro día a día y tratemos de imaginarlo sin un teléfono: teletrabajar sería mucho más difícil y no podríamos hablar con nuestra familia largo y tendido; ni animar a las personas enfermas, ni recibir esa llamada de alegría con alguna buena noticia… Esta crisis, en definitiva, nos ha hecho ver que el teléfono nos aporta, más que nunca, vida.

Fernando Mendoza es director gerente de la sociedad pública NILSA.
Con coronavirus o sin él, hoy es 22 de marzo: Día Mundial del Agua
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En estos momentos tan difíciles que vivimos a causa de la crisis provocada por el coronavirus, resulta relevante confirmar, aunque pueda resultar una obviedad, que los servicios de saneamiento y depuración de aguas van a estar completamente garantizados. A partir de aquí, desde la sociedad pública NISLA pretendemos introducir “un poco de normalidad” con este artículo que conmemora la celebración, hoy día 22 de marzo, del Día Mundial del Agua.

 

Hoy, como todos los días, usted puede abrir el grifo de su casa y tomar un buen vaso de agua, o disfrutar del placer de darse una buena ducha de forma responsable. No obstante, también debe saber que, en este mismo momento, tres de cada diez personas en el mundo no disponen de servicios seguros de agua potable y seis de cada diez no tienen garantizado el acceso a instalaciones de saneamiento gestionadas de forma segura.

 

Como gerente de la sociedad pública NILSA -empresa del Gobierno de Navarra dedicada al saneamiento y la depuración de aguas- me gustaría conmemorar la fecha con ustedes y, de paso, dar difusión al Plan Director de Ciclo Integral de Agua de Uso Urbano 2019-2030, aprobado en mayo del año pasado. Este Plan, instrumento básico con el que vamos a contar para luchar contra el cambio climático en materia hídrica en Navarra, tiene como principal objetivo gestionar, de forma sostenible y desde el servicio público, el derecho universal al abastecimiento de agua y saneamiento a toda la ciudanía de la Comunidad Foral.

Navarra, hasta la fecha, viene gestionando “con buena nota” sus recursos hídricos. La oferta de agua de abastecimiento es suficiente y, en general, de muy buena calidad. Con respecto al saneamiento, nuestra Comunidad es un “modelo de gestión de éxito” a escala nacional y europea, ya que depuramos el 98% del agua residual, con depuración biológica en todos los núcleos de población mayores de 200 habitantes. Todo ello por un coste ajustado.

 

Sin embargo, en una situación difícil y cambiante como la que supone el cambio climático, el recurso de agua va a ser limitado e irregular y es muy probable que tengamos que afrontar fenómenos climáticos extremos. Asimismo, las previsiones apuntan que para el año 2030 las aportaciones hidrológicas disminuirán un 15% en Navarra, mientras que la población continuará estable. Esto supone que con menos recursos habrá que atender, al menos, las mismas demandas, que suponen 77 hectómetros cúbicos anuales en nuestro territorio.

 

Así, el Plan Director del Ciclo Integral de agua de uso Urbano asegura el derecho universal de toda la ciudadanía navarra a contar con un servicio de abastecimiento de agua, saneamiento y depuración de las aguas residuales. Además, persigue alcanzar una completa recuperación de costes para 2027 –obligación que viene dada por la Directiva Europea Marco del Agua-. Actualmente, con una gestión coordinada desde la empresa pública NILSA y mediante el canon de saneamiento, se financian tanto los costes de inversión como de operación y mantenimiento en depuración, mediante un sistema tarifario solidario y homogéneo para toda la ciudadanía. El objetivo añadido del Plan Director será avanzar en el conocimiento del coste real del servicio y también en la implantación de un sistema tarifario que incluya todos esos costes, sea solidario y lo más homogéneo posible, para que lo que pagamos por un recurso básico como el agua –que en consumo doméstico en 2024 no debe superar los 120 litros por habitante y día- sea similar para cualquier navarro o navarra, independientemente del lugar donde viva.

 

A estas metas se pretende llegar con un mayor presupuesto de I+D+i -que llegue al 2% en 2030- y con campañas de formación, educación y sensibilización. No obstante, nada de esto será alcanzable sin la cooperación que el Gobierno de Navarra mantiene con las entidades locales, que son las instituciones competentes en la gestión del agua.

 

Estas entidades viven el día a día de cada territorio, enfrentando los problemas locales de primera mano, para cuya solución van a contar con el Plan Director como herramienta vertebradora. En este sentido, el diagnóstico preliminar del Plan contempla algunas actuaciones urgentes, como la reducción del porcentaje de agua no registrada: agua que se pierde en fugas, que no cuenta con permisos legales o que tradicionalmente se ha usado sin el control de contadores. En la actualidad, el porcentaje de agua no registrada supera el 30% de media en Navarra (en algunos municipios llega hasta el 70% del consumo total), un despilfarro ambiental y económico que debemos corregir entre todos si queremos seguir celebrando “el día mundial del agua”.

 

 

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